La regla de la mano

Me ha llamado la atención el comentario de Dvoretsky sobre cómo evaluaba los finales de alfiles de distinto color cuando era niño: "si con los dedos de una mano alcanzaba los peones, la posición empataba, si no (cuando la distancia entre los peones es demasiada) ¡la victoria estaba garantizada!"
Está claro que esta regla tiene muchas excepciones.

En esta ocasión la regla de la mano funciona y son tablas jugando blancas.

Si movemos las piezas una columna hacia la derecha la posición está perdida ya que el rey rodea por la columna a.